Nutricionista Camila Lazo Donoso

¿Cuáles son las 9 Verdades de los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), incluyendo la Anorexia Nerviosa , Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón tienen la tasa de mortalidad más alta que cualquier otra enfermedad mental. Son patologías que aún son incomprendidas por la población en general. Lamentablemente los mitos que rodean a los TCA dificultan que aquellas personas que los padecen busquen ayuda necesaria para su tratamiento y recuperación completa.

Debemos recordar que son enfermedades de carácter grave, multifactoriales (genéticos, psicológicos, biológicos, sociales y culturales) y con diversos factores de riesgo (la insatisfacción de la imagen corporal, las conversaciones negativas asociadas al cuerpo y la comida, antecedentes de dietas milagrosas, preocupación excesiva por la apariencia del entorno, la disfunción familiar y el abuso sexual durante la infancia). 

Las 9 verdades que se presentan a continuación están basadas en la charla realizada por la Dra. Cynthia Bulik en 2014 titulada «Desmontando 9 mitos sobre los trastornos alimentarios»

01.

Muchas personas con un TCA se ven saludables, a pesar de que pueden estar extremadamente enfermas.

A nivel cultural la delgadez se ha asociado con los saludable, pero aquellas personas que presentan un bajo peso como sucede con pacientes que padecen Anorexia Nerviosa o Bulimia Nerviosa podrían presentar múltiples complicaciones médicas y llegar hasta la muerte.

También es común que la gente crea que puede identificar a una persona con un Trastorno Alimentario con solo verla, ya que la gran mayoría de las personas piensan que se ven demacradas. La realidad es que pueden presentarse en distintos tipos y formas de cuerpo.

02.

Las familias no son culpables y pueden ser los mejores aliados del paciente y proveedores de salud durante el tratamiento.

El núcleo familiar es clave para la detección de un Trastorno de la Alimentación. Tener un grupo familiar preocupado, comprometido y cooperador es fundamental para que el paciente salir adelante en su recuperación.

Hoy se tiene conocimiento que los Trastornos Alimentarios son causados por una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales.

03.

Un diagnóstico de los TCA es una crisis de salud que interrumpe el funcionamiento personal y familiar.

La negación y/o minimización de los padres ante la enfermedad, la baja conciencia de enfermedad, los conflictos familiares a raíz de los Trastornos de la Conducta Alimentaria,  la sobreprotección del grupo familiar, la pérdida de amistades, la baja empatía hacia el paciente, las frustraciones por no ver avances rápidos en la terapia, las culpas, entre otras situaciones genera tensión en el ámbito personal y familiar son factores que afectan a todos.

04.

Los TCA no son de elección, sino enfermedades muy serias biológicamente influenciadas.

No son una dieta que se puede elegir abandonar con facilidad, tampoco son un moda, no son un capricho y no son un estilo de vida. El bajo peso y los patrones alimentarios anómalos y restrictivos alteran biológicamente el funcionamiento psicológico de un individuo y se arraigan firmemente.

05.

Los TCA afectan a gente de todas las edades, sexo, raza, etnias, orientación sexual y estatus socioeconómico.

Es común escuchar el mito de que los se presentan sólo en mujeres adolescentes con un nivel socioeconómico medio-alto. La realidad es que afecta a ambos sexos, a familias con diferentes etnias, de todo nivel socioeconómico y lamentablemente se está presentando en edades cada vez más tempranas y tardías. Este mito es un peligro ya que impide que muchas personas que no cumplen con el estereotipo no reconozcan que tienen un Trastorno de la Alimentación y accedan al tratamiento.

Cualquier problema durante la vida puede gatillar un Trastorno Alimentario (ruptura sentimental, pérdida familiar, etc.) por lo que existe la posibilidad de que pueda iniciarse en la adultez. Si bien los adolescentes son más propensos a sufrirlos, no son el único grupo de riesgo.

06.

Los TCA conllevan tanto un mayor riesgo de suicidio como complicaciones físicas y médicas.

Todos los Trastornos de la Conducta Alimentaria no son una enfermedad que deban tomarse a la ligera ya que implican un mayor riesgo de muerte. Las complicaciones médicas incluyen problemas en todos los sistemas orgánicos y lamentablemente el suicidio es la causa más común de muerte.

Si sospecha que usted o alguien que conozca tiene o puede tener un Trastorno de la Conducta Alimentaria pida ayuda inmediatamente. 

Si usted o un ser querido está presentando pensamientos de muerte y/o ideación suicida pida ayuda y diríjase inmediatamente a urgencias del centro de salud más cercano. También puede comunicarse al teléfono Salud Responde 600 360 7777 – OPCIÓN 1 para línea Salud Mental o al Teléfono de Asistencia 131, SAMU Metropolitano.

07.

Los genes y el ambiente juegan un papel importante en el desarrollo de los TCA.

Los factores que generan los Trastornos Alimentarios son muy complejos y aún no son muy bien comprendidos.

Investigaciones más recientes mencionan que aproximadamente el 40 al 60% del riesgo de padecer Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y Trastorno por Atracón son por influencia genética. 

Aquellas personas que tienen un riesgo genético extremadamente alto pueden desarrollar esta enfermedad con uno o dos eventos gatillantes aunque se hayan tomado todas las medidas preventivas. Otras personas con un bajo riesgo genético pueden escapar a pesar de verse expuestos a numerosos factores de riesgos ambientales.

08.

Los genes por sí solo no predicen quienes desarrollarán un TCA.

Es cuestionable si existe un solo gen involucrado. Es más probable que las variaciones en múltiples genes contribuyan, en diversos grados, a los rasgos que interactúan con los factores ambientales para aumentar o disminuir el riesgo de estas enfermedades en algunos individuos.

Las personas perfeccionistas, con un elevado nivel de autocontrol, con rasgos de personalidad obsesivo-compulsivo, inseguras y con baja autoestima son mucho más vulnerables a sufrir un Trastorno de Conducta Alimentaria.

09.

La recuperación completa es posible en los TCA. La intervención y detección temprana son muy importantes.

No es fácil recuperarse de un Trastorno de Alimentación, pero afortunadamente hoy se sabe que la recuperación total es posible. Cuanto antes sea el diagnóstico y el tratamiento, el pronóstico mejora.

Es clave tener un equipo multidisciplinario y especialistas en el área (médicos, psicólogos, nutricionistas, etc.) para que cada profesional pueda trabajar y guiar al paciente y a su familia en los distintos aspectos de la enfermedad.

Las recaídas ocurren y son parte del proceso. El equipo profesional especializado entiende que pueden estar presentes; lo importante de una recaída es detectarla, entenderla y poner en marcha las gestiones profesionales para prevenirla y aprender de ellas para que no vuelva a suceder. Por lo que tanto la paciencia como la constancia, son excelentes aliados para los pacientes y familiares en el proceso terapéutico.